viernes, 5 de agosto de 2011

CUENCA

                En el trayecto a Cuenca nos encontramos con niebla (garúa en Ecuador), casi mejor puesto que aunque las carreteras no son tan malas como a veces las describen los documentales televisivos, los barrancos impresionan bastante.

                A la salida de Guayaquil desde la ventanilla de la buseta vemos el cementerio de la ciudad de Duran, este se encuentra en una loma con los nichos al aire. 

                La carretera además de las oportunas señales de tráfico tienen otros mensajes tales como: El agua es vida, no la contamines. Cuida la Tierra ella no tiene tiempo…

                                                Al final de un viaje de tres horas  Cuenca al fin.

Cuando bajamos de la buseta a estirar el cuello como galápago en busca de un taxi, previamente preguntamos a la agencia de la buseta cuanto nos costaría que nos llevara al hotel, 3$.
                      Cuenca, patrimonio de la humanidad, centro histórico con calles organizadas cual tableta de chocolate, de dos tres plantas, nos recibe con lloviznas, piolla, sirimiri, en fin calabobos. El taxi nos deja en el hotel contratado, nos recibe su dueño y director, ingeniero Coronel. Amable y educado,  nos advierte que aún no estaba preparada la habitación. (Los hoteles en Ecuador en general se abandonan las habitaciones a partir de las tres de la tarde, llegamos hacia la una). Es un hotel de dos plantas con un patio central, es acogedor y tiene un aire bastante colonial, dejamos las maletas y a recorrer la ciudad.

                           Comer en Cuenca sigue siendo bastante barato para esta pareja de casi mochileros venidos a más. Sienta bien pasear por estas calles cuadriculadas.
                            Hay un edificio en centro que está siendo recuperado por fondos de la Junta de Andalucía. Discusión ¿puedo sentirme partícipe de esta recuperación o solo lo pueden sentir los andaluces? Me dicen que la recuperación depende de los andaluces y es a ellos a los que corresponde estar en acuerdo o desacuerdo.

                              El centro está muy animado, estamos en fiestas, indios con sus coloridos trajes, iglesias a rebosar, con vendedores de casi todo en la puerta de las mismas, en las que  abundan las de comidas.

                               Pruebo lo que creo que merengue, después nos enteramos que estaba hecho de guayaba.

                             Tenemos que contratar hotel y viaje a Riobamba, corre a cargo de Sara, la verdad que lo hace muy bien, solo tenemos contratado el viaje a Galápagos y la excursión a Otavalo el resto hay que resolverlo sobre la marcha.

                                   En la noche vemos una fiesta a la puerta de una iglesia, el que perifonea tiene los visos de ser uno de los curas de la iglesia, constantemente da las gracias a los artistas que a la entrada de la iglesia actúan y vivas a la Virgen del Carmen, subrayando en todo momento el carácter gratuito de la actuación.

1 comentario:

  1. Me ha encantado el relato, entran ganas de hacer este viaje. Tendré en cuenta la información. Sobre lo de la restauración a cargo de la Junta de Andalucía te puedes sentir partícipe en toda regla, ya que los fondos de la Junta o de cualquier Comunidad procede del fondo común estatal hasta que seamos estados federales. Pilar

    ResponderEliminar