Galápagos archipiélago a 1000 Km de la costa de Ecuador, principal centro turístico de Ecuador 170.000 visitantes anuales, allí que aterrizamos, en un aeropuerto de la 2ª guerra mundial que hicieron los estadounidenses, destruyeron el resto, este lo dejaron porque lo necesitaron para irse. Esta pequeña isla se llama Baltra
Desde el aire se ven una serie de islas de origen volcánico.
Una vez recogidos en el aeropuerto, pequeño, algo desordenado, pero funcionando. Un poco agobiante la espera de autobuses, todos somos turistas, y los autobuses son para todos, el que primero se sube es el que se va.
Desde la pequeña isla en la que se encuentra el aeropuerto nos trasladan hasta el embarcadero para llegar a la Isla Santa Cruz a cuya capital Puerto Ayora, vamos.
El alojamiento está bien. El primer paseo sorprende, cerca se encuentra el pequeño puerto pesquero, formado por un pequeño muelle, un mostrador donde despiezan los peces que son llevados por los pequeños pesqueros, y en el que, como convidados gorrones, se encuentra un número entre 5 y 10 pelícanos y dos lobos marinos esperando que les llegue su ración.
Hay que probarse el equipo para hacer snorkel. Después de comer, la guía nos lleva a la playa, esta se encuentra en un parque natural del que nos va explicando algunas de las características del parque y de la isla. Primer encuentro con el mar Pacífico e iguanas de color negro, casi imposible de distinguir entre las rocas.
Este lugar que en ciertos aspectos te retrotrae en el tiempo, también permite entrar en contacto con personas y no solo ecuatorianos, en este caso con una argentina divorciada de un piloto, sus dos hijos y una amiga, coincidimos a la hora de comer, hablamos de la situación de nuestros respectivos países, las soluciones que aportamos, y de las experiencias que la naturaleza de galápagos nos proporciona.
Todos juntos iniciamos el paseo por un cuidado camino a la playa, primer encuentro con lo pinzones, (esos pajaritos que sustentaron toda la teoría de la evolución).
Mi primer baño en Galápagos, habrá otros, entramos al agua los chicos argentinos y yo, las damas incluida la guía se ponen al sol o fotografían las primeras Iguanas, de la isla, (Nos hartaremos de ver de distintas formas, tamaños y colores).
Pequeño oleaje, revolcones por la arena y tiempo para la cena. Cenamos todos juntos.
Sara dice cógeme, y yo digo cogí, los argentinos sonríen mirando a su madre y a la amiga, tardamos en darnos cuenta, -hay, decimos, -no nos hemos dado cuenta, risas generalizadas, -No os preocupéis han estado mis hijos tanto en contacto con españoles que ya no les hace gracia, dice su madre. (Coger en Argentina es….).
Mañana a la Floreana.
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