Día uno comienza el día en la plaza de África, van llegando los coches, los todoterreno de Carmen y Alfredo, el cuatro plazas de Luis Carlos, el clio de Guillermo y el flamante y nuevo BMW de Riad.
A la tercera consigo habitación y nos reunimos en la piscina, allí se deciden los placeres terrenales del hamman y de los masajes que esta panda decide darse.
Cesar y yo decidimos dar un paseo por la medina, comprar un jarapo, (parece ser que así se llama, dejaremos a Cesar que busque la raíz), una buena comida y una no menos clavada.
Caminata hasta el hotel, ponernos guapos y a la cena homenaje. Comedor para nosotros solos y bufet muy apetitoso, algunos comimos lo justito. A continuación palabras, de reconocimiento por la talla humana de Juan Manuel, se quedaron cortas, pero era las que teníamos. Cesar nos preparó canciones, que bien venían al homenaje, yo insistía en introducir alguna gota de limón y se evaporaban en el aire.
Después unos a la cama y otros a la “disco”. La “disco” poco a poco se fue animando de vistosas señoritas minifalderas y de tacones altos. Tal vez son figuraciones mías, pero nuestras damas, marcaban territorio, o a mí me lo pareció, al final todos a la cama.
Por la mañana Cesar y Luis Carlos vuelven a Ceuta, el resto de visita por los alrededores, el grueso del grupo a la Medina, alguna compra en la zona de telares.
Carmen con prisas, por volver, tiene a su hermana en Ceuta, en la frontera le enfada todo aquel que se adelanta, comentarios mientras esperamos, de que todo ha salido bién, y que Juan Manuel se lo merecía. DESPEDIDA Y CIERRE.
Está claro que eres el cabeza de Hidra, pero vamos, el cabezón, el que orquesta a las demás cabecitas que apenas asomamos al blog más como "voyeur" que para dar nuestras propias versiones...pero paciencia Alfonso, que poco a poco aprenderemos y a lo mejor nos ocurre como a Crono (Saturno devorando a su hijo)...sin ser macabra, es que la mitología da mucho de sí...
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