lunes, 12 de diciembre de 2011

JBel Musa 3


Termino mi relato fotográfico, las vivencias están ahi en los pequeños detalles...gracias a todos porque entre todos LO LOGRAMOS!!!!
























Jbel Musa

Detalles fotográficos de la excursión a la Mujer Muerta de los luteros









domingo, 11 de diciembre de 2011

La Mujer Muerta








Una visión particular de Jbel Musa
El Jebel Musa Es una montaña mística e histórica. Se trata de un fantástico farallón de roca que cae en picado al mar desde una altura de más de 900 mts., siendo uno de los últimos resaltes occidentales de la cordillera del Rif. Junto al Peñón de Gibraltar formaban las “Columnas de Hércules”. Se llama así porque Hércules, como parte de sus doce trabajos para Euristeo, se ofreció a sujetar el cielo mientras el titán Atlas iba a recuperar algunas manzanas de oro del jardín de las Hespérides.
Con este texto quiero complementar el magnifico reportaje de nuestro amigo Alfonso… Como veis me interesa resaltar con estas fotos algunos momentos cumbres de la excursión, la amistad, el compañerismo, el buen humor, la visión de los monos (me he dejado la vista ampliando la foto hasta coger por sorpresa a nuestros queridos antepasados…), Farid, el guía, sonreia mientras se dejaba hacer alguna que otra foto.









































A partir de aquí vino lo más duro, solo habían pasado tres horas de ascenso…(con la panorámica de Perejil y sin comer nada más que unos dátiles) iniciamos el descenso…pero esta crónica fotográfica la dejo para una segunda parte..

viernes, 9 de diciembre de 2011

SUBIDA A LA MUJER MUERTA

Ööle nos envia este enlace con fotos


                            Alegres y combativos,  animados para la conquista de la Mujer Muerta,   los  supermanes  llegados de Ceuta, con el firme convencimiento  que solo la kriptonita puede impedir la subida,  nos   llegamos a Beliones.  Las mochilas cargadas de agua fruta, bocadillos y otros manjares, así como las botas y zapatos para la ruta, son testigos mudos de nuestra determinación.
                                                                 
         A eso de las doce iniciamos  la subida, en cabeza el guía, le seguimos, decididos y lozanos, la generación del Capitán Trueno se pone en marcha por una pendiente que ya, ya, con intervalos de escaleras,  al cabo de unos minutos llegamos jadeantes y sin orgullo  a la  carretera que nos lleva al inicio del camino de la subida. El primer toque de lo que será la excursión, no nos desanima, en Beliones no existe  Kriptonita.



                            Cuantos fuimos, por las fotos les conoceréis. La trocha inicial de suave pendiente, creciente dificultad, trazado en zig-zag  y pequeños guijarros que sentíamos bajo los pies,  nos va enseñando sus dientes,   la  garganta de la Mujer Muerta, - está ahí mismo, nos repite el guía. El ahí mismo y las palabras de ánimo de Alfredo no terminan de  persuadirnos la realidad, los años y el estado de forma en el que nos encontramos  van haciendo mella en los integrantes de la otrora, alegre y combativa, columna de la generación del Capitán Trueno.
                                                                          
                             No importa, para mantener el tipo y como disculpa del cansancio del que somos porteadores,  nos detenemos hacer fotos.
                                                                                     

                             A pesar de todo demostramos nuestra valía, todos seguimos adelante. El último esfuerzo, después del cansancio acumulado, parece haber llegado solo son unos cuantos metros para pasar la collada,  la garganta del cuello de la Mujer Dormida, (según Riad),  esta subida se convierte en Kriptonita, alguno de los supermanes apenas pueden seguir, mientras que otros  animan y ayudan.  Por fin toda la columna pasa, se recupera y sigue.
                                                                              
                                                             
                                  Desde un balcón de privilegio, el guía nos muestra Perejil.
                                                                           
                                                                              
                    Según algún autor Eritia sería la isla de Perejil, descrita como situada más allá de las columnas de Hércules, al oeste del Mediterráneo, ya en el curso del Océano.[]

                      En Eritia, Heracles (Hércules para los romanos) debía terminar su décimo trabajo que también debía ser el último. Según el mito, Eritia era la guarida del monstruo Gerión. En ella vivía Gerión con su manada de bueyes, el pastor Euritión y su fabuloso perro de tres cabezas Ortro (hermano de Cerbero).

  Recordad que las columnas de Hércules se levantaron  para conmemorar sus hazañas, separan Europa de África. Están en el Escudo de España, y en varias ciudades del Mediterráneo de España, creo que en Gibraltar también, con la leyenda Plus Ultra.

    Seguimos camino, el guía empieza a inquietarse, nos apremia para que sigamos, y Alfredo nos da ánimos. Queda todavía mucho camino y la noche puede hacer acto de presencia.
                                                                 
                 Encontramos compañía en el camino, unas pequeñas vacas están paciendo tan tranquilas sin incomodarlas nuestra presencia, otro motivo para pararse y descansar.

No son los únicos animales que contemplamos, para nuestra sorpresa y a pesar de haber oído algo, vimos monos en el paredón de piedra que quedaba a la derecha de nuestro camino. Después de la enésima concentración reanudamos nuestro camino.

    Llevamos más de tres horas de camino, y el cansancio cada vez hace más acto de presencia, no ha habido tiempo en ninguna parada para  comer, el mayor dispendio es el de beber de vez en cuando. El que os cuenta esto se comió dos bocatas y un plátano, con todas las de la ley, sobre la marcha.
                                                                         
            No sabíamos que aún nos quedaban otras tres horas de marcha, y una bajada por un pedregal, (para acortar camino), que se convirtió en la Kriptonita final.
                                                                                      

 Salimos ilesos de la prueba, volvimos a ver Perejil más de cerca, las vistas desde este trozo del camino son realmente generosas, con perejil en un primer plano y la península al fondo.
                                                                         
            Pero así entre nosotros, no estábamos para encandilarnos con lo espectacular, sino con el deseo de llegar a Beliones, eso no era óbice para sacar fotos y detenerse un poco.

            Nos encontramos todos en la zona en la que se encuentra un bunker de la segunda guerra mundial y un pozo de 10 m. de diámetro y tres de profundo en la que se ubicaba un cañón.
                                                                       
           El final no nos lo esperábamos la tradicional hospitalidad árabe se abrió con esplendor ante nosotros. La persona con la que había contactado Tere, nos tenía reservada una sorpresa, en una vivienda, con el interior  al más puro estilo árabe, se encontraba en bandejas comida saladas y dulces, acompañado con te en abundancia, no saben los amigos de Tere y Alfredo lo felices que nos hicieron. (Igual os parece que exagero, pero no creáis, pero sentarse y comer y beber, creo que era algo en lo que  todos estaríamos de acuerdo).
                                                                         
                        Subida a los automóviles y de regreso a la pequeña penísula de Almina
                                                                  SE ACABÓ

Para los poco versados en Comics de los sesenta, les informo que la Kriptonita era esa piedra verde que debilitaba a Supermán hasta la extenuación, haciéndole vulnerable.

       Al final, y casi hasta el agotamiento, la ruta la realizamos, eso sí rezongamos lo nuestro, ha quedado la satisfacción de haberlo conseguido, el agradecimiento a los organizadores Tere y Alfredo y sus amigos de Beliones.

                                            ¿HAREMOS OTRA?